CARTA A PK

Carta a la AGRUPACIÓN MUSICAL LOS PEKES
Jueves 8 de Enero de 2004
JOSÉ ANTONIO CABALLERO AMOR


“...Lo que
yo sé, lo puede saber cualquiera: mi corazón lo tengo yo solamente”.

Johann W. Goethe /
Poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán /
(1749-1832)

Así es en efecto: “Lo que pasa en mi corazón, sólo soy yo quien lo sabe y nadie más”. Y es que cuando una persona tiene que abandonar contra su propia voluntad y muy a su pesar una de las cosas más importantes de su vida, uno ya no puede seguir siendo el mismo.

Escribo estas líneas para manifestaros mi absoluto rechazo a los obsequios que se me hicieron hace unas semanas ya que no tienen ningún sentido para mí.

Durante todo el tiempo que estuve con vosotros me consagré totalmente a mi labor y me propuse una serie de objetivos que eran, y siguen siendo, en beneficio de todos los músicos que estuvieran o estén a mi cargo. Lo que yo quería lograr, pese a nuestras diferencias, no era tan difícil para vosotros. Solamente exigía un poco más de confianza en mí y en los conocimientos que he ido adquiriendo durante todos estos años y cambiar algunos hábitos erróneos que eran contraproducentes para nuestro rendimiento y de esa manera hacer que las futuras incorporaciones se hicieran desde una base mucho más seria y más reglamentada. Desgraciadamente no conseguí absolutamente nada de lo que me proponía y todo ese trabajo ha sido en vano e inútil. Tanto esfuerzo para nada.

Para componer una pieza musical tienes que darle muchas vueltas para decidir como se tiene que quedar definitivamente. Incluso, cuando ya la has terminado, sigues repasándola una y otra vez para intentar mejorarla todavía más, aunque hayan pasado muchos años. Lo mismo pasa con tus ideas y con tus actos: Intentas volver hacia ellos y compruebas si son las más apropiados, repasas nuevamente todo lo que has hecho para verificar si has obrado correctamente y corregir los errores en la medida de lo posible. En mi caso, mis ideas, se han ido reafirmando día a día y, pese a los errores que haya podido cometer y los problemas que haya tenido que afrontar, no cambiaría prácticamente nada, al menos en lo más básico, de la mayor parte de las cosas que he realizado en estos últimos años. Estoy tan convencido de lo que quiero hacer que, sinceramente, no podría ni sabría hacerlo de otra manera.

Por supuesto, no voy a olvidar entre otras muchas cosas el detalle de no contar con mi opinión sobre todo este asunto. Al menos me podríais haber dicho algo al respecto. Y no estoy hablando de la invitación que me entregasteis cuando ya estaba todo dispuesto. Precisamente recuerdo que en el día de Santa Cecilia estuvimos hablando de ello y no me dijisteis nada. No era tan difícil haberme comentado, por ejemplo: “Jose, estamos organizando un concierto en el que vamos a invitar a todos los miembros de la agrupación que han pasado por nuestras filas y, además, vamos a hacerles un obsequio a todos nuestros directores. Te parece bien...podemos contar contigo para este acto...”

Naturalmente no habría aceptado. Y más cuando estoy intentando olvidarme totalmente de aquella etapa de mi vida. O quién sabe... a lo mejor lo hubiera hecho... Nunca se podrá saber. A lo mejor, ¡y digo a lo mejor!, me hubiera bastado con un pequeño detalle de una manera más privada. ¡Pero nunca en público! ¿Cómo es posible que se entreguen y se recojan unos obsequios sin al menos una autorización mía? Para vosotros era muy fácil. Quedar bien ante el público y dejar al Jose como un mentiroso. De todos modos, no teníais nada que perder. En definitiva, a vosotros la música no os quita el sueño. Se dice por ahí que si no me presento al acto hago mal porque de esta manera “doy la nota”. Bueno, tampoco sería nada extraño siendo como soy músico. Sí, muchos empezarían a criticar y otros a frotarse las manos...Si me presento doy la imagen de que estoy de acuerdo con vosotros y que después de tantos años...¡Como si no hubiera pasado nada! ¡Ni os imagináis lo que he tenido que pasar durante todo este tiempo...! ¿O es que os creéis que yo no echo de menos todo aquello? Pero para mí es más importante defender lo que yo más creo, más que preocuparme por guardar las apariencias ante el público. Y prefiero que me rechacen y que me critiquen antes de no ser fiel a mí mismo, a mis propósitos y a mis objetivos. Porque yo tengo muy claro que yo no trabajo para mí, sino para los demás. Y por eso tengo que hacerlo (y quiero hacerlo) de la manera que yo crea más conveniente y más adecuada.

Por mi parte no tengo nada personal contra nadie de vosotros, ni mucho menos, pero tenéis que entender que lo que para vosotros es sólo un hobby, para mí es mucho más. Podéis pasar por casa cuando queráis para recogerlos. De muy buena gana yo mismo los hubiera traído pero es que no sé donde están guardados y ni siquiera he tenido todavía la oportunidad de verlos.

SELECCIÓN DE ARTÍCULOS, CARTAS Y OTROS DOCUMENTOS
[2004 - 2006] [I - INSTRUCCIONES]